Así que Jesús muchas veces se alejaba al desierto para orar. (Lucas 5:16 NTV)

¿Alguno está enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia, para que vengan y que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. Una oración ofrecida con fe, sanará al enfermo. (Santiago 5:14-15 NTV)

Confía en el SEÑOR con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas. (Proverbios 3:5-6 ARC)

Estén quietos y reconozcan que yo soy Dios. Exaltado he de ser entre las naciones; exaltado seré en la tierra. (Salmos 46:10 RVA2015)

Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. (Hebreos 11:1 DHH)

 Yo amo á los que me aman; Y me hallan los que madrugando me buscan. (Proverbios 8:17)

Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón le buscan. (Salmos 119:2 RVA2015)

Pidan y recibirán, para que su gozo sea completo. (Juan 16:24)

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Ti persevera, porque en Ti ha confiado. (Isaías 26:3)

Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. (Éxodo 33:14)

Yo espero en el SEÑOR; mi alma espera. En su palabra he puesto mi esperanza. Mi alma espera al SEÑOR más que los centinelas a la mañana. (Salmos 130:5-6 RVA2015)

Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes. (1 Pedro 5:7 NVT)

Os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá, porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. (Lucas 11:9-10)

Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. (Marcos 1:35)

Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de Sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos" (Lucas 11:1 RVA1960)

¿Cómo que “si puedo”?—preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree. (Marcos 9:23 NTV)

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. (Hebreos 11:1 RV)

Todo mi ser te desea por las noches; por la mañana mi espíritu te busca. (Isaías 26:9 NVI)

¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios! (Salmo 42:5 NVI)

El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador; mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro. (Salmos 18:2 NTV)