No es lo que nosotros pensemos
Pidan y recibirán, para que su gozo sea completo. (Juan 16:24)
La oración no es una simple entrega a contemplaciones piadosas que no producen sino un efecto subconsciente en la persona. La oración es algo sumamente práctico, tan real como las comunicaciones telefónicas. El que contesta en el otro extremo de la línea —Dios mismo— nos dice: «Todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá».
Cuando pedimos algo en oración, ése es el momento de creer, de esperar en fe y recibir conforme a la voluntad de Dios. «Esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.»
«La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve». La fe consiste en creer que Dios va a responder aunque todavía no se evidencie esa respuesta o incluso si la respuesta no es exactamente lo que esperábamos.
Lo que cuenta no es lo que nosotros pensemos, sino lo que Dios piensa. No es lo que nosotros sintamos, sino lo que Dios determine. Virginia Brandt Berg [1]
Dios sabe qué es lo que más nos conviene y, como nos ama, a veces nos dice que no o que esperemos. En más de una ocasión le pedí a Dios que hiciera algo de lo que yo estaba convencido que era bueno y quedé decepcionado cuando no ocurrió. Pero después comprendí que no había sido la voluntad de Dios y estaba agradecido de que me dijera que no. La Biblia dice: «Si pedimos alguna cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye». —Billy Graham
[1] Áncora Pedid y se os dará