Te ruego que me ayudes

Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón le buscan. (Salmos 119:2 RVA2015)

 Oración: Jesús, te ruego que me ayudes a amar hoy a mis compañeros de trabajo, a mis alumnos, a las personas con quienes hable. Aunque hoy no logre otra cosa, ayúdame a manifestar amor a todo el que se cruce en mi camino; a abrazar o demostrar un poco de cariño a los que necesiten ánimo; a tratar con compasión a quien le haga falta saber que entiendo su situación; a tener paciencia con los que están confusos y los que dudan, sabiduría con los que desean expresar sus opiniones y sentimientos y no saben cómo, y tolerancia con quienes no parecen esforzarse como debieran; a orar por los que llevan una carga pesada; a comprender y atender amorosamente a los enfermos; y a echar una mano a los que se esfuerzan mucho en una tarea que les resulta difícil.
 Señor, te rogamos que nos des un amor que siempre se interesa, un amor que no abandona, un amor tenaz. Un amor que saca a los demás a flote, que trasciende, que ve más allá. Un amor que soporta, que sostiene, que sana. Un amor que nunca se acaba, que no conoce límites. Amen [1]

 ¿Puedes cumplir la misión que Jesús nos ha encomendado: sanar enfermos, limpiar leprosos, resucitar muertos? Sanar a los enfermos de cuerpo y espíritu con palabras que expresen amor; echar fuera la duda y la condenación manifestando amor y comprensión; resucitar a los «muertos» que han perdido la esperanza, demostrando fe y confianza en ellos; y limpiar a los «leprosos», a los que se sienten inmundos, indignos, olvidados y enfermos, ofreciéndoles amor y aceptación incondicional. —Maria Fontaine

[1] Áncora Exhortación a ser compasivos

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