Pero debes buscar…

Yo espero en el SEÑOR; mi alma espera. En su palabra he puesto mi esperanza. Mi alma espera al SEÑOR más que los centinelas a la mañana. (Salmos 130:5-6 RVA2015)

 ¿Estás atravesando un momento difícil? Serénate y preséntate con calma ante el Señor. Él te revelará el porqué. Sé que hay ocasiones en que Él no nos revela el porqué, pero por lo general sí te lo dirá.
 Él te indicará cómo obtener dulzura de esa dificultad, te enseñará cosas hermosas por medio de ella; pero debes buscar la quietud. En esos gratos momentos de silencio y devoción, Él te hablará al alma.
 La paz de Dios debe tranquilizarnos y dar reposo a nuestra alma. Pon tu mano en la mano de Dios como un niño y déjate llevar por Él hacia el radiante sol de Su amor. A los que se encuentran hospitalizados, o a quienes están en casa, postrados en una cama por la enfermedad, al empresario que va preocupado en su coche, les digo: Que Dios los ayude a confiar en Él.
 Estén quietos. Dejen que Él se encargue de hacer el trabajo. La fe perfecta les traerá la victoria. Pongan su mano en la mano de Dios. Dios se ocupará de que todo salga bien. Amén. —Virginia Brandt Berg [1]

 La presencia de Dios nos rodea y está en todas partes. Dios posee la virtud de penetrar y entrelazarse de tal manera en las fibras del ser humano que quienes terminan envueltos en Su amorosa compañía jamás están solos. —Dallas Willard

[1] Áncora A solas con Dios

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