Él quiere darles

El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador; mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro. (Salmos 18:2 NTV)

  Es posible que piensen: “Está muy bien pasar tiempo con el Señor y buscar Sus soluciones en oración y escuchar de Él, pero no aporta soluciones concretas”.
 Si eso es lo que piensan, es tiempo que modifiquen su forma de pensar. Nos referimos a poner en manos del Dios del universo nuestros problemas, interrogantes y hasta embrollos, dejando que no solo nos dé el consuelo, la fuerza y la sabiduría que necesitamos, sino que también nos guíe a Sus soluciones.
 Cuando escuchamos lo que nos dice el Señor y seguimos Su guía y hacemos lo que nos dice Su Palabra, ¡da resultado! Jesús sabe las situaciones por las que están pasando y puede darles algo más que simples sermoncitos que alivien sus cargas por un rato.
 Él quiere darles lo que necesitan: respuestas a sus interrogantes, instrucción cuando no sepan qué hacer, consuelo cuando sientan que ya no pueden más, aliento para testificar cuando no se atrevan, soluciones para desavenencias personales que parezcan irreconciliables, ánimo para hacer la voluntad de Dios cuando tienen que tomar una decisión difícil y las fuerzas sobrenaturales que solo se pueden obtener apoyándose en Él.
 Pueden confiarle su corazón, su futuro, sus decisiones. Nunca los decepcionará ni los descarriará. —M. Fontaine [1]

 La boca del Señor está en el oído del corazón, en el silencio del callado: a él revela el secreto de su voluntad. Deja que tu corazón esté tranquilo, y se llenará del conocimiento de la voluntad divina. —San Antonio de Padua

[1] M. Fontaine Áncora Jesús, nuestro buen Pastor

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