«Perfectos»

Pero Él me dijo: “Te basta con Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad”. Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. (2 Corintios 12:9 NVI)

Como cristianos, es fácil adquirir el concepto erróneo de que en todo momento debemos ser muy fuertes y «perfectos», por decirlo así.

Algunos incluso creyeron que si no podían ser perfectos, por lo menos debían aparentar serlo, ¡o fingir que lo eran! Procuraban que nadie se enterara de que cometían errores, de que pasaban pruebas o tenían debilidades, y al hacer eso, proyectaban una idea equivocada de lo que es ser fuertes en el Señor.

Sin embargo, procurar ser débiles porque sí no es la meta, ni el objetivo; nuestra debilidad debe tener por objeto demostrar la fortaleza del Señor, como dijo Pablo, a fin de que el poder de Cristo repose sobre nosotros.

Ese es el propósito de confesar con sinceridad nuestras debilidades: demostrar que el Señor es fuerte; y que a pesar de ser débiles, Él puede ser fuerte en nosotros. A través de nuestras debilidades, queda manifiesto que el Señor es fuerte.

La esencia de todo el asunto es que debemos fortalecernos en el Señor. Ese es el objetivo que perseguimos. Podemos admitir y confesar nuestras debilidades, pero no pasarnos el tiempo pensando en ellas. —María Fontaine

La escucha de la Palabra no termina en tener noticias de Dios, sino en experimentar su presencia. —Anónimo

[1] Áncora Ser fuerte en el Señor

Previous
Previous

No se avergüenza

Next
Next

Él quiere darles