Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo! —le dijo—. ¡Baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu casa». (Lucas 19:5 NTV)

Pero vayan, digan a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, como les dijo. (Marcos 16:7 RVA 2015)

Sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. (Efesios 4:32)

Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. (1 Juan 1:9 NVI)

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por él. (1 Juan 4:9 RVA2015)

De hecho, ya que la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos. Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir. (1 Corintios 15:21-22 NVI)

Pues este mundo no es nuestro hogar permanente; esperamos el hogar futuro. (Hebreos 13:14 NTV)

Como me envió el Padre, así también Yo os envío. (Juan 20:21)

En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. El que es la Palabra existía en el principio con Dios. Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él. (‭‭Juan‬ ‭1:1-3‬ ‭NTV‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬)

Porque el SEÑOR es bueno y su gran amor es eterno; su fidelidad permanece para siempre. (Salmos 100:5 NVI)

Pues la ley nunca perfeccionó nada, pero ahora confiamos en una mejor esperanza por la cual nos acercamos a Dios. (Hebreos 7:19 NTV)

¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? ¡Doy gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor! (Romanos 7:24-25 RVA2015)

Así pues, todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. (1 Coríntios 11:26 RVR1995)

Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá. (Juan 11:25 RVA2015)

Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) (Efesios 2:4-5 NTV)

Den gracias al Dios de los cielos. Su gran amor perdura para siempre. (Salmo 136:26 NVI)

Así que, hermanos, tenemos libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que Él nos abrió a través del velo, esto es, de Su carne. También tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios. Acerquémonos, pues, con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura. (Hebreos 10:19-22 RVR95)