Amor, Gracia y Misericordia
Pues la ley nunca perfeccionó nada, pero ahora confiamos en una mejor esperanza por la cual nos acercamos a Dios. (Hebreos 7:19 NTV)
Según la ley, se nos juzga por nuestros pecados y somos condenados a sufrir y morir. Jesús vino a salvarnos por amor, mediante Su gracia, por Su misericordia, y se ofreció a sí mismo como sacrificio por nuestros pecados, con lo cual cumplió la ley. Y Jesús dijo que toda la ley y los profetas dependen del amor a Dios y al prójimo.
Sin embargo, cuando la gente no está dispuesta a aceptar la libertad que da el Espíritu de Dios y la salvación por gracia, suele regresar al legalismo y a la ley para respaldar su opinión. Al hacerlo, rechaza también la libertad de la gracia y la liberación que nos ha dado el Señor.
Tienes que aceptar totalmente la salvación por gracia, o tienes que poner todo tu empeño en tratar de ganarte la salvación por obras y guardando la ley, pues si dejas de cumplir la ley aunque sea en un solo aspecto, serás responsable de no guardar toda la ley.
«¡Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres!» —DBB [1]
Me dirijo a todo aquel que se considere el peor pecador del mundo: Clame a Dios y búsquelo mientras pueda ser hallado. El trono de gracia está a su alcance. Acuda al Salvador con fe sencilla puesto que Él es el trono de gracia. - Charles Spurgeon
[1] DBB Áncora Encontrar gracia en un mundo carente de ella