Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. (Lamentaciones 3:23)

Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo. (Eclesiastés 3:1 NVI)

Muéstrame, oh SEÑOR, tus caminos; enséñame tus sendas. (Salmos 25:4 RVA-2015)

Pues vivimos por lo que creemos y no por lo que vemos. (2 Corintios 5:7 NTV)

Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. (Hebreos 10:23 NVI)

Por tanto, todos nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. (2 Corintios 3:18 RVA-2015)

Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar. (Proverbios 3:6 NTV)

Abriré un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril. (Isaías 43:19)

Pondré mi Espíritu dentro de ustedes y haré que anden según mis leyes, que guarden mis decretos y que los pongan por obra. (Ezequiel 36:27 RVA-2015)

No se conformen a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. (Romanos 12:2)

Muchos planes hay en el corazón del hombre, pero solo el propósito del SEÑOR se cumplirá. (Proverbios 19:21 RVA-2025)

Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. (Juan 12:24)

Oh Señor, yo jamás he sido hombre de palabras, ni antes ni desde que tú hablas con tu siervo. Porque yo soy tardo de boca y de lengua. (Éxodo 4:10 RVA-2015)

El ojo del Señor está sobre los que le temen, sobre los que esperan en Su misericordia. Por tanto, en Él se alegrará nuestro corazón, porque en Su santo nombre hemos confiado. Sea Tu misericordia, Señor, sobre nosotros, según esperamos en ti. (Salmo 33:18, 21-22 RVR1995)

Somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros. (2 Corintios 5:20)

Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. (Juan 4:24)

Vivan una vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él nos amó[a] y se ofreció a sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma agradable a Dios. (Efesios 5:2 NTV)

Para que la prueba de su fe —más preciosa que el oro que perece, aunque sea probado con fuego— sea hallada digna de alabanza, gloria y honra en la revelación de Jesucristo. (1 Pedro 1:7 RVA2015)

Nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas (Sus promesas) llegaseis a ser partícipes de la naturaleza divina. (2 Pedro 1:4)

Enséñame a hacer Tu voluntad, porque Tú eres mi Dios; Tu buen Espíritu me guíe a tierra firme. (Salmo 143:10 NBLA)