El Espíritu de Dios nos habla a través de Sus palabras
Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. (Juan 4:24)
El Espíritu de Dios en nosotros nos confiere poder, nos cambia, nos transforma, nos reforma, nos inspira y nos impulsa a hacer la voluntad de Dios, ya se trate de amar a los demás, de testificar, de enseñar, de predicar, de hablar, de crear. El Espíritu Santo es la presencia viva de Dios. Mora en nosotros, y su influencia transformadora guía nuestra conciencia y nos capacita para vivir conforme a la verdad divina.
El Espíritu de Dios nos habla a través de Sus palabras, primeramente, en la Biblia, y en segundo lugar por otros medios, como pueden ser los escritos o palabras de ciertas personas, o por medio de profecías. La Palabra prepara el terreno de nuestro corazón para la obra del Espíritu Santo y sensibiliza nuestro corazón, nuestra mente y nuestro espíritu para recibir la influencia del Espíritu.
Como sucede con otras cosas, cada uno, conforme a su fe, escoge cómo responder a la convicción del Espíritu; de todos modos, es importante que hagamos nuestra parte y procuremos ser sensibles y adaptables al actuar del Espíritu en nuestro corazón y nuestra vida.
En la Biblia, Dios se revela a la humanidad. Al entender la Palabra de Dios se nos descubre Su plan para nosotros. —Peter Amsterdam [1]
Después de más de 60 años de leer la Biblia casi a diario, me sigue pareciendo siempre nueva y maravillosamente sintonizada con las cambiantes necesidades de cada día. —Cecil B. DeMille (1881–1959)
[1] Áncora Perseguir el Espíritu de Dios