Nosotros representamos al Príncipe de Paz

Somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros. (2 Corintios 5:20)

 Esa es una declaración impresionante.
 Somos enviados oficiales y representantes de Cristo. Somos ciudadanos del Cielo y representamos el reino de Dios. Hemos sido destinados temporalmente a la Tierra para representar a nuestro país, a nuestro
 Una de las funciones de un embajador es trabajar en pro de la paz, promover la paz. Nosotros representamos al Príncipe de Paz, y se nos ha encomendado la misión de transmitir Su mensaje al mundo. ¿Qué mensaje es ese? La segunda mitad del versículo lo aclara: «Os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios».
 Ojalá seamos todos embajadores de Cristo, activos y dignos. No representamos un hermoso y magnífico país de la Tierra, sino el reino más sensacional y espectacular del universo: el reino de Dios. Es sin duda un privilegio servir a Dios como embajadores Suyos, y deberíamos comunicar el amor, el cariño y la compasión de Jesús en todo lo que hagamos, sea grande o pequeño. Al tomar «la forma de siervo», Jesús dio el mayor ejemplo de servicio que verá este mundo. (Filipenses 2:7)
 Jesús nos ha confiado la misión de transmitir a nuestros semejantes, a los que conviven hoy con nosotros en este planeta, Su amor personal, incondicional y abarcador. —Peter Amsterdam [1]

 No has vivido hoy hasta que hayas hecho algo por alguien quien nunca podrá volver a pagártelo. —John Bunyan

[1] Áncora Vivir por amor al Señor

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