El estrés no es ningún caramelo
Al Señor he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. (Salmo 16:8)
Echémosle una miradita
Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría. (Salmos 94:19 NVI)
Aprender a reconocer
Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes. (1 Pedro 5:7 NVT)
Jesús nos promete paz
La paz os dejo, Mi paz os doy; Yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. (Juan 14:27)
Tus prioridades
En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan. (Salmos 9:10 NVI)
Bajo presión
Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros. (1 Pedro 5:7 RVA1960)
Un equilibrio perfecto
Vengan a Mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y Yo les daré descanso. Carguen con Mi yugo y aprendan de Mí, pues Yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. (Mateo 11:28–29 NVI)