Un equilibrio perfecto

 Vengan a Mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y Yo les daré descanso. Carguen con Mi yugo y aprendan de Mí, pues Yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. (Mateo 11:28–29 NVI)

 Para muchos que vivimos en ciudades, la palabra yugo tiene poco significado. En Asia, sin embargo, con frecuencia suele verse a hombres y mujeres llevando cargas pesadas al mercado.

 Lo hacen utilizando un palo de madera que colocan sobre sus hombros, con una cesta colgada de cada punta. La clave consiste en mantener un equilibrio perfecto. Han llegado a dominar cierta forma rítmica de caminar a fin de evitar que las cestas se balanceen demasiado hacia un costado o hacia el otro.

 Aunque Jesús sabía que Su estadía en la Tierra sería breve, no se ponía frenético ni se atosigaba de trabajo cada día. Logró hacer mucho porque llevaba una vida equilibrada. Descansaba cuando se sentía agotado, instaba a Sus discípulos a hacer lo mismo y también dedicaba tiempo a orar y escuchar a Su Padre.

 Nosotros también podemos llevar pesadas cargas si adoptamos un buen ritmo y mantenemos un equilibrio entre atender a nuestras obligaciones y hacer pausas para descansar y recargar energías. —Dina Ellens [1]

No es la carga lo que te agobia, es cómo la llevas.  —Autor desconocido

[1] Dina Ellens Áncora Descanso y relajación

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