No promueve la prisa

En quietud y en confianza será vuestra fortaleza. (Isaías 30:15)

La Biblia no dice nada de que haya que darse prisa.

Quizás por eso creó Dios las mulas y los burros, para que aprendiéramos de ellos a movernos más lentamente. A pesar de ser lentos son muy trabajadores, y aunque son lentos tienen más resistencia y pueden llevar cargas más pesadas que los caballos. Los emplean como caballos de tiro en las regiones menos desarrolladas.

Pueden ir por caminos que matarían a cualquier caballo y son capaces de llevar durante kilómetros cargas con las que los caballos no llegan muy lejos, sobre todo los caballos de carrera.

Señor, ayúdanos a hacer las cosas despacio. Tampoco es cuestión de perder el tiempo, pero debemos confiar en el Señor en lugar de andar a las corridas e impacientarnos.

La palabra paciencia da a entender que se trata de hacer las cosas despacio, avanzando tranquilamente pero sin detenerse, de una forma constante y persistente, y sin perder el tiempo, pero sin irritarse, preocuparse ni estresarse tanto.

La impaciencia es velocidad, prisas, precipitación, agobio, apuro, presión, tensión. Mientras que la paciencia es señal de fe. La impaciencia manifiesta falta de fe.

La impaciencia indica que crees que el trabajo no se va a hacer a menos que te des prisa y te apresures y te precipites.

Mientras que si tienes fe en que Jesús lo resolverá de alguna manera, te puedes permitir ser paciente y esperar, hacer las cosas despacio y hacerlas bien. —DBB [1]

Para un alivio rápido, prueba a reducir la velocidad. —Lily Tomlin

[1] Áncora Ve despacio

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