El favor de los cinco minutos
Y le contestarán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?” El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”. (Mateo 25:37-40 NVI)La Biblia no dice nada de que haya que darse prisa.
La mayoría probablemente esperamos ser objeto de atenciones especiales en el día de nuestro cumpleaños y en otras ocasiones destacadas.
Pero ¿no te sientes muy, muy querido cuando alguien, insospechadamente, tiene contigo un lindo gesto por puro amor?
¿Por qué no hacer lo mismo por los demás?
Si nos detuviéramos un momento a reflexionar, nos sorprendería cuántos detalles podríamos tener con nuestros semejantes que no nos costarían prácticamente nada y nos tomarían muy poco tiempo.
¿Quieres transformar tus relaciones con tus familiares, amigos y compañeros de trabajo? Especialízate en favores de cinco minutos. —Shannon Shaylor [1]
Debes dedicar algo de tiempo a tu prójimo. Aunque sea algo pequeño, haz algo por los demás; algo por lo que no recibas nada en pago salvo el privilegio de hacerlo. Albert Schweitzer (1875–1965)
[1] Conéctate Año 16, número 2