Es nuestro vínculo con el Creador
No menosprecien estos modestos comienzos. (Zacarías 4:10 NTV)
Para renovarnos es preciso que satisfagamos nuestras necesidades internas. Se puede comenzar con algo muy sencillo, como lo sugieren las siguientes ideas:
- Cultivar tus relaciones. A las relaciones familiares y de amistad hay que darles la importancia que se merecen. Es preciso cultivarlas. Que la gente sepa que la aprecias y te alegras de que forme parte de tu vida. Procura rodearte de personas felices y optimistas: te levantarán el ánimo. Además, cuando estás contento y tienes una actitud positiva, aportas algo a la gente con la que te relacionas.
- Una energizante caminata. La actividad física libera endorfinas, hormonas que aumentan nuestra sensación de bienestar, con lo que se torna más fácil sortear los obstáculos que se nos presentan. El ejercicio también mejora nuestro estado general de salud.
- Meditar. Concéntrate en un objeto —una flor, un árbol, una nube— y déjate encantar por él. O fija la atención en un pensamiento positivo o en un pasaje de la Biblia. Que los sentimientos de gratitud llenen tu mente y te embarguen el alma.
- Orar. La oración es una extensión de la meditación. Ofrece los mismos beneficios directos para el cuerpo, la mente y el espíritu, pero tiene mucha más trascendencia. Es nuestro vínculo con el Creador y libera Su poder en favor nuestro.
- Tomarse un descanso. Buena parte del estrés está relacionado con el trabajo. Hazte tiempo para apartarte completamente de tus obligaciones y realiza algo que tenga un efecto positivo. Haz algo que te estimule de una forma distinta y active tu creatividad. —Iris Richard [1]
Cada mañana prepara tu alma para un día tranquilo. —San Francisco de Sales
[1] Conéctate 5 tácticas para relajarse