Cada persona ejerce influencia

Ayuden a los hermanos necesitados. Practiquen la hospitalidad. (Romanos 12:13 NVI)

 Como Mi Padre me envió, así te envío a ti. Te envío a un mundo de dolor y pérdidas, penas y sufrimiento, quebrantos y soledad, necesidad y tristeza, para que puedas entregarle a este planeta perdido y solitario lo que Yo te di a ti. Entrega libremente Mi amor, compasión y empatía a quienes los necesitan con tanto afán.
 Dondequiera que estés y cualquiera que sea la situación en que te encuentres, habrá personas a tu alrededor que necesitan Mi amor. No solo quiero darles vida eterna, sino también una vida más plena aquí y ahora; una vida de amor, paz, comprensión y realización. Quiero transformar sus vidas tanto aquí en la Tierra como en el más allá.
 Tus palabras de amistad y compasión manifiestan el amor y el interés que tengo por ellas; les expresan que deseo ser su amigo para siempre. Tu empatía y comprensión tocan el corazón de los que tienen pocos amigos fieles. Ellos anhelan la paz y la confianza que posees, esa esperanza firme en medio de las tempestades de la vida. Para ellos el amor sincero que ven en ti es como sentarse frente a una cálida hoguera en una fría noche de invierno. Cada persona ejerce influencia sobre las demás. Cuando influyes en alguien para bien, esa persona a su vez influye en otras. Así las ondas de mi amor continúan extendiéndose. —Jesús [1]

 Nuestro Señor […] nos dice que los pequeños detalles que hacemos, como dar de comer a los hambrientos, dar de beber a los sedientos, ser hospitalarios con el desconocido, visitar a los enfermos y otras labores anónimas de amor que no tomamos en cuenta, si se hacen en el espíritu debido, ¡se reciben como si las hubiera practicado el mismo Cristo! —J. R. Miller

[1] Conéctate Año 21, número 8

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