Una hoja en blanco

Lámpara es a mis pies Tu palabra, y lumbrera a mi camino. (Salmo 119:105)

 Muchos parecen más interesados en que Dios los escuche que en escuchar a Dios. Pretenden que Él apruebe los programas que le presentan, que estampe Su firma en los planes de ellos y les dé el visto bueno.
 Una vez escuché a alguien decir: «¿Estás dispuesto, no a presentarle a Dios tu programa para que Él lo firme, ni a firmar tú el programa que Él te presente, sino a firmar una hoja en blanco y dejar que Él la rellene sin saber cuál será Su programa?
 Es mejor tener una actitud abierta a lo que sea que Dios quiera que hagas. Habitualmente son cosas lógicas y de sentido común; no obstante, a veces Él no actúa ni mucho menos conforme a nuestras expectativas.
 En esos casos, debemos estar dispuestos a confiar en Él, aunque nos dé la impresión de que ha cambiado de opinión, aunque las cosas no resulten como nos las habíamos imaginado.
 No sabemos lo que nos deparará el futuro, ¡pero sí sabemos quién lo dispone! —DBB [1]

 Si Dios es nuestro Dios, nos dará paz cuando estemos atribulados.
Cuando fuera se desate una tormenta, pondrá paz en nuestro interior.
El mundo suele crear conflictos donde hay paz; Dios, en cambio, pone paz donde hay conflictos. —Thomas Watson

[1] Conéctate Año 18, número 7

Previous
Previous

Todos somos obras en proceso

Next
Next

Sin el sacrificio de Jesús