Siempre tenemos la libertad para optar por acudir a Jesús.
Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir la misericordia y encontrar la gracia que nos ayuden oportunamente. (Hebreos 4:16 NVI)
Esta existencia terrenal a veces trae luchas, épocas de soledad, desánimo, tristeza, sufrimiento, frustración y estrechez de horizontes. Otras veces, enfrentaremos gran desesperanza, confusión o nos cansamos de hacer el bien. Sin embargo, siempre tenemos la libertad para optar por acudir a Jesús.
Independientemente de cuántos problemas lleguen, Jesús puede tomar esos reveses y problemas y utilizarlos para Sus buenos propósitos. Quienes lo amamos podemos confiar en que en el momento que al Señor le parezca oportuno de esos problemas y reveses traerá algo mucho mejor a nuestra vida.
A veces, nuestras luchas debilitantes pueden ayudarnos a ver lo que es más importante. A menudo, la sensación de desesperanza ante las circunstancias, la frustración con la forma en que son las cosas, la imposibilidad de continuar normalmente nuestras actividades, nos ayudan a darnos cuenta de que es necesario tener una comunicación con Jesús que sea más profunda, más sólida, inquebrantable.
A medida que aprendemos más acerca de la libertad, alegría, misericordia y compasión que Jesús nos da, llegamos a entender más claramente Su naturaleza y cómo emular a Jesús en nuestra vida, hoy y por la eternidad. . —Maria Fontaine [1]
Dios no nos conforta para nuestro confort, sino para que reconfortemos a otros. —John Henry Jowett (1863–1923)
[1] Áncora Abrirnos a nuevas posibilidades