Yo concedo inmediatamente Mi perdón
En él tenemos redención por medio de su sangre, el perdón de nuestras transgresiones, según las riquezas de su gracia. (Efesios 1:7 RVA2015)
No te descorazones por las equivocaciones y pecados del ayer. Lo pasado, pasado está. En el mismísimo instante en que clamas a Mí y solicitas Mi perdón, Yo te lo concedo. A partir de ahí, no hay motivos para que sigas preocupándote, ya no hay nada que temer, ni tienes que continuar llevando tú la carga.
Si en este momento te presentaras ante Mí, Mi amor te envolvería y te llenaría de tal manera que se disiparían todos los dolores, sufrimientos y malentendidos del pasado y del presente. Tan inmenso es el amor que albergo por ti que no deja espacio para la tristeza o los sentimientos de culpa. Si comparecieras ante Mí, no sentirías otra cosa que aceptación y amor totales, pues sabrías que todo te ha sido perdonado. Yo lavo todos los temores. En Mi amor no hay temor.
Si bien todavía te alojas en tu cuerpo humano, confía en que el amor que te tengo no es menor en este momento que el que te demostraré cuando te presentes delante de Mí. Siempre estoy contigo, pese a que ahora ves de manera indirecta y velada, como por espejo oscuramente. Eres mi criatura querida y amada. —Jesús [1]
La fe cree lo que no se ve, y la recompensa de la fe es ver lo que creemos. —San Agustín (354–430)
[1] Conéctate Todo está perdonado