Me apoyé

Declaro lo siguiente acerca del Señor: Solo él es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios y en él confío. (Salmos 91:2 NTV)

 Entre las personas de fe se habla a menudo de apoyarse en Jesús. Hay un himno clásico que nos insta a apoyarnos en Sus brazos eternos.
 La idea es apoyarse en Él al enfrentarse a penalidades y apuros. Yo lo he hecho mucho. Y he descubierto que Él es fuerte y estable, y una fuente inagotable de energías y consuelo.
 Me apoyé mucho en Él durante los largos y difíciles años. De repente, el concepto de apoyarse en Jesús cobró para mí un nuevo sentido.
 Aprendí a dejarme caer relajadamente sabiendo que me recogerían Sus brazos.
 ¡Fue una experiencia inolvidable! —Misty Kay [1]

Jesús, estréchame en Tus brazos,
en Tu fuerte y amoroso regazo,
hasta que mi espíritu en Tu pecho
encuentre su descanso eterno.

Que cuando terminen las arenas del tiempo,
sin preocupaciones llegue a ese momento,
y me digas en un tenue susurro amoroso:
«Mis brazos eternos son tu apoyo». —A. B. Simpson

[1] Áncora Los brazos eternos

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