Habla con Él

Sácianos de Tu amor por la mañana, y toda nuestra vida cantaremos de alegría.  (Salmo 90:14 NVI)

 Procura acostumbrarte a orar un rato cada mañana, temprano, antes de comenzar tu jornada de trabajo, para pedirle a Jesús que te ayude, te guíe y te oriente. Apenas te despiertes, antes que nada, habla con Él. Escucha Sus instrucciones para ese día. Te sorprenderá la cantidad de problemas que Él te resuelve desde el primer momento si le prestas atención.
 Lanzarte a hacer tus tareas sin detenerte a hablar con Jesús y escuchar Sus indicaciones es como si un músico decidiera dar un recital sin afinar su instrumento. Comienza el día leyendo la Palabra de Dios y orando. Lo primero de todo, sintoniza con Él.
 No pienses que orar es engorroso o que no dispones de tiempo. Y si el día se presenta muy cargado, más motivos tienes para hacerlo y más rato debes dedicar a la oración. Verás que esos minutos que pases orando te ahorrarán después muchísimo trabajo. Si pespuntas la jornada con oración, es menos probable que se te descosa. ¡Así de sencillo es! —D. B. Berg [1]

 No es [solamente] el que la abeja toque la flor lo que recoge la miel; sino que lo que saca el dulce es la persistencia sobre la flor por un rato. No es el cristiano que lee más, sino el que medita más, el que demuestra ser es el más selecto, tierno, prudente y fuerte. —Thomas Brooks

[1] Áncora Una cita que no se puede perder

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