Es posible con Su ayuda

Perdónanos nuestros pecados, así como hemos perdonado a los que pecan contra nosotros. (Mateo 6:12 NTV)

 La primera vez que escuché eso, me llegó al corazón y me sentí muy avergonzada. ¿Por qué? Porque sabía que había personas a las que no había perdonado. Sin embargo, quería sinceramente que Dios me perdonara por las estupideces que había hecho que habían dolido a otras personas. Incluso sentí rechazo contra esa declaración; por eso me daba vergüenza.
 ¡No quería que Dios me perdonara como yo  perdoné a otros, porque sabía que no los había perdonado! Pero quería que Dios me perdonara, porque Él es misericordioso, porque realmente lo necesitaba y porque lamentaba lo que había hecho. Pero otros no lamentaban lo que me habían hecho a mí. ¡Entonces sentía que eso no era justo! Al menos eso pensaba yo.
 Perdonar no es fácil, pero es posible con Su ayuda.
  He descubierto que el perdón es un proceso continuo, el círculo completo del perdón puede tardar un tiempo en completarse, sin embargo, a la larga nos brinda tranquilidad y serenidad profunda. ¡Gracias a Dios! —Yvette Gladstone [1]

Si alguna vez has visto una iglesia rural con una campana en el campanario, recordarás que para hacerla sonar hay que tirar de ella durante un rato. Una vez que ha empezado a sonar, basta con mantener el impulso. Mientras sigas tirando, la campana seguirá sonando. Perdonar es soltar la cuerda. Así de sencillo. Pero cuando lo haces, la campana sigue sonando. El impulso sigue actuando. Sin embargo, si mantienes las manos fuera de la cuerda, la campana empezará a ralentizarse y, finalmente, se detendrá.  —Corrie Ten Boom

[1] Áncora El perdón: un proceso continuo

Previous
Previous

Deja que Él sea la fuente de tu alegría

Next
Next

¿Quiere entonces Dios que seamos felices?