Seguir a Dios
Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene, que te guía por el camino en que debes andar. (Isaias 48:17 NVI)
El Señor ha prometido transmitirnos Sus palabras y dar a conocer Su voluntad a cada uno de nosotros. Desea darnos instrucción, guía, aliento y consejos personales. Si lo buscamos, no dejará de guiarnos a verdes pastos y aguas de reposo en que nuestro espíritu pueda alimentarse y fortalecerse.
Se comunicará con nosotros por diversos medios: a través de Su palabra escrita y de textos de autores cristianos inspirados por Él, y también hablándonos al corazón de varias maneras. Puede que nos hable en profecía, o cuando meditamos en Él y en Sus palabras, o mediante sueños, visiones y revelaciones.
Sus comunicaciones con nosotros pueden adoptar muchas formas: imágenes, impresiones, música inspirada, y a veces hasta acontecimientos físicos o sabios consejos. ¡Ojalá que todos seamos receptivos a la voz de Su Espíritu cuando nos habla, ya sea por medio de Su silbo apacible y delicado, de la convicción que pone en nuestro corazón o de las enseñanzas que extraemos de las palabras de otras personas!
Si aceptamos y acogemos los mensajes que Él nos transmite, sea cual sea el formato del que se valga para llegar a nuestro espíritu, nuestra conexión con Su Espíritu se fortalecerá. —M. Fontaine [1]
Cual avezado maestro capaz de arrancar una melodía de la única cuerda que le queda a un instrumento roto, Dios puede mostrarnos el patrón de nuestra vida si tan solo reconocemos que fue Su misericordiosa mano la que nos condujo hasta donde estamos. —Ravi Zacharias
[1] M. Fontaine Áncora Andar guiados por el Espíritu