Tienes que citarle las condiciones del contrato
Entonces ustedes me invocarán, vendrán a suplicarme y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. (Jeremías 29:12-13 NVI)
Para llevar una buena vida de oración, una de las principales cosas que hay que conocer es la Palabra de Dios. La fe crece mediante el estudio fiel de Su Palabra. «La fe viene por el oír la Palabra de Dios». Aunque Dios de todos modos puede responder, descubrirás que leer primero la Palabra de Dios te inspirará y te dará más fe para tus oraciones.
Dios ha hecho promesas en Su Palabra; cuando ores, preséntaselas para que se las recuerdes. Cuando le recuerdas a Dios Su Palabra, demuestras tener fe en ella. Esta declaración categórica de tu fe y de tu conocimiento de Su Palabra es lo que agrada a Dios. Pues «sin fe es imposible agradar a Dios».
Tienes que citarle al firmante (Dios) las condiciones del contrato (la Biblia), y exigirle que lo cumpla. Así que recuérdaselo, aférrate a Sus promesas, memorízalas y recítalas. Y no dudes ni por un instante que Dios te responderá, ¡y lo hará!
La próxima vez que necesites urgentemente Su ayuda y te veas entre la espada y la pared, clama al Señor e invoca Su poder. ¡Jesús nunca falla! Él siempre responde cuando hacemos un esfuerzo por clamar a Él de todo corazón. —D. B. Berg [1]
«La oración es una oleada del corazón, es una simple mirada vuelta hacia el cielo, es un grito de reconocimiento y de amor, que abarca tanto la prueba como la alegría.» —Santa Teresa de Lisieux
[1] Áncora Clamar a Dios de todo corazón