Somos humanos, todos tenemos debilidades en algún aspecto
Y me ha dicho: “Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. (2 Corintios 12:9 RVA-2015)
La Palabra dice: «Fortaleceos en el Señor, y en el poder de Su fuerza». (Efesios 6:10) Es preciso que seamos fuertes, pero encontramos nuestra fortaleza en el Señor, no en nosotros mismos. A fin de ayudar a otras personas a entender que nuestra fortaleza reside en el Señor es necesario ser abiertos en lo que respecta a nuestras debilidades y carencias. Al mismo tiempo, cuando nos esforzamos por fortalecer nuestros puntos débiles, manifestamos las fuerzas que nos da el Señor y damos testimonio a los demás de que Él nos está sacando adelante.
Puesto que somos humanos, todos tenemos debilidades en algún aspecto. Cuando reconocemos nuestras carencias con franqueza, el Señor recibe el mérito y la gloria al actuar por medio de nosotros; y la gente sabrá que es obra del Señor y de Su poder que se perfeccionó en nosotros.
La esencia de todo el asunto es que debemos fortalecernos en el Señor. Ese es el objetivo que perseguimos. Podemos admitir y confesar nuestras debilidades, pero no pasarnos el tiempo pensando en ellas. Una vez que hemos admitido nuestras debilidades, debemos comprender y agradecerle al Señor que Él nos va a fortalecer para que podamos llevar a cabo algo por Él.
El pueblo que conoce a su Dios será fuerte y hará hazañas. (Daniel 11:32) ¡Ese es nuestro objetivo! Así pues, fortalezcámonos en el Señor, y en el poder de Su fuerza. —Maria Fontaine [1]
Dios te dará fuerza para cada batalla, sabiduría para cada decisión y paz que sobrepasa todo entendimiento. —Andrew Guzaldo
[1] Áncora Ser fuerte en el Señor