Requiere paciencia, amor y humildad
Sobre todo, tengan entre ustedes un ferviente amor, porque el amor cubre una multitud de pecados. (1 Pedro 4:8 RVA2015)
La Biblia habla mucho de por qué el Señor desea que tratemos a cada persona según sus necesidades. Jesús tenía muy presente las debilidades humanas y no esperaba lo mismo de cada uno. El apóstol Pablo también nos dijo: «estimulen a los desanimados, ayuden a los débiles y sean pacientes con todos». (1 Tesalonicenses 5:14) Todo se resume en el amor, y en hacer con los demás como queremos que hagan con nosotros. (Mateo 7:12)
Cuando trabajamos con alguien, o nos cruzamos con algunas personas regularmente, es porque el Señor nos ha colocado allí para que nos relacionemos con ellas y tenemos la responsabilidad de demostrarles amor.
Todos tenemos mucho que aprender acerca de nuestras relaciones interpersonales y la Biblia contiene muchas enseñanzas al respecto: Cómo trabajar con los demás, cómo tratarlos, cómo ser amorosos con ellos y mucho más. Habla de ser pacientes, sufridos, amorosos, abnegados y generosos. En todos los pasajes en que se refiere a ello, el Señor habla de las relaciones entre los seres humanos, no de nuestro trabajo ni de la relación que tenemos con las cosas, con los documentos, las computadoras o las máquinas. Se refiere a las personas, lo cual no siempre es fácil. Requiere paciencia, amor y humildad. —Maria Fontaine [1]
Cuando sabes cuánto está enamorado Dios de ti, entonces solo puedes vivir tu vida irradiando ese amor". —Santa Teresa de Calcuta
[1] Áncora Valor intrínseco