Relájate, confía en Mí

El SEÑOR es mi fuerza y mi escudo; en él esperó mi corazón. Fui ayudado, y se gozó mi corazón; con mi canción le alabaré. (Salmos 28:7 RVA2015)

Quiero que te llenes de Mi gozo, que será tu fortaleza. Deseo que reposes en Mi amor y tengas paz.
 A veces tus expectativas son poco realistas y te llevan a excederte, de tal manera que te convences de haber fallado y no haber dado la talla. Quiero despejar todos esos sentimientos negativos. Me propongo eliminar tus miedos y preocupaciones y darte paz. Todo está bien.
 La Escritura dice: «El gozo del Señor es tu fortaleza». Puedes aferrarte a esa promesa. Ese puede ser tu lema a partir de hoy, sean cuales sean las pruebas que enfrentes. El temor y la preocupación te debilitan y menoscaban tu felicidad. Así que relájate. Confía en Mí.
 Deja que Mi gozo sea tu fortaleza. Regocíjate en tus victorias. Gózate en las empresas difíciles que tienes que afrontar, en tus bendiciones y triunfos, en los cambios. Regocíjate, regocíjate, regocíjate. No te enfoques en tus derrotas.
 ¡Conocerme es una experiencia gozosa! Sé que no siempre es fácil, que hay muchas pruebas, dolor y sufrimiento a lo largo del camino, pero siempre puedes albergar el gozo de Mi Espíritu en tu corazón. —Jesús [1]

Debemos perseverar en oración para que [Dios] no permita que nuestro corazón desfallezca. La oración y la perseverancia son necesarias en nuestros conflictos diarios. El mejor remedio para la fatiga es la diligencia en la oración. Juan Calvino (1509–1564)

[1] Conéctate Plenitud de gozo

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