Quiere que el mundo esté lleno

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente... Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:37-39)

 La Palabra de Dios nos dice que Dios es amor y que quiere que el mundo esté lleno de ese mismo amor. El amor de Dios se hace patente en los evangelios, en la forma en que Jesús vivió: sanando a los ciegos y resucitando a los muertos; preocupándose por los niños y lavando los pies de los viajeros; dando de comer a las multitudes e instruyendo a Sus seguidores.
 Un libro publicado en 2016 titulado God and the Afterlife (Dios y el más allá) nos aporta más pruebas de ello por medio de entrevistas a miles de personas que tuvieron experiencias cercanas a la muerte. Cuando se les preguntó: «Durante su experiencia, ¿encontró alguna indicación/conciencia especial con respecto al amor?» El 58,1% de dichos voluntarios dijo que sí. He aquí un muestreo de sus palabras textuales:
 - «El amor estaba en todas partes. Impregnaba el más allá. Era increíble».
 - «Se me amaba incondicionalmente a pesar de mis defectos y miedos».
 - «Ningún ser humano puede amar jamás con el amor que percibí en esa luz. Lo consume todo, lo perdona todo. Nada lo iguala. Es como el día en que miraste a los ojos de tu hijo por primera vez, multiplicado un millón de veces. Resulta indescriptible».
 Estos relatos de primera mano nos dicen mucho sobre el amor que Dios nos profesa a cada uno y lo grande que es. Ojalá hagamos nuestra parte para compartir Su verdad y Su amor con los demás a fin de que puedan conocerlo y experimentarlo ellos mismos. —Curtis Peter van Gorder [1]

 La felicidad es el amor. Punto final. —George Vaillant

[1] Conéctate La luz del amor

Previous
Previous

Podemos dejarles tesoros eternos

Next
Next

Él ve tu corazón