Puedes tener valor
Sé fuerte y valiente. No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas. (Josué 1:9 NTV)
¿Alguna vez te has encontrado en una situación de dimensiones aparentemente descomunales y terroríficas donde todo lo que querías hacer era salir corriendo, incluso antes de calcular su enormidad y la dificultad que representaba?
Quizás luchas contra un dilema moral. Tal vez contra una timidez extrema. O debes perdonar una ofensa.
En ocasiones, nuestro triunfo se ve empañado por las circunstancias, y sinceramente, nos resulta más cómodo justificar nuestro fracaso echando la culpa a algún agente externo. Cuando en realidad suele suceder que son nuestros propios hábitos, actitudes y pensamientos erróneos lo que nos vence, o simplemente el temor a lo desconocido.
El valor es tener las agallas de tratar con cualquier cosa que te impida avanzar. Es darse cuenta de que el único responsable por tus propias decisiones eres tú, y rehusar salirnos por la tangente.
Puedes tener valor porque Dios está contigo. Está ahí mismo a tu lado, respaldándote, y listo no solo para darte la fortaleza y el valor necesarios, sino que también promete estar contigo en medio de la prueba y sacarte adelante.
Cada vez que tomas una decisión valiente —aunque sea algo insignificante— acrecientas tu valentía. Así, cuando surjan mayores desafíos, contarás con el valor necesario para plantarles cara. —Marie Story [1]
El valor no es solo una virtud, sino la forma que adquiere toda virtud en su momento de prueba. —C.S. Lewis
[1] Áncora Vence tus dragones