Parte del plan maestro de Dios

Solo siervos por medio de los cuales han creído… Porque nosotros somos colaboradores de Dios. (1 Corintios 3:5-9 RVA2015)

 Me parece que todos pasamos por temporadas de sequía, por lo que saber que el Señor evalúa nuestro corazón y no nos juzga por el éxito que obtenemos sino por nuestra fidelidad, elimina buena parte de la presión. Ello no quiere decir que no debamos tomarnos el tiempo para preguntarle a Dios cómo hacer mejor nuestro trabajo, ni que no debamos buscar maneras de aprender y mejorar.
 El apóstol Pablo escribió a los corintios sobre cómo —para realizar una labor— cada persona debe hacer su parte por el Señor y que no se le debe dar todo el mérito a una sola persona. Nuestra parte a lo mejor fue solo ofrecer una palabra amable, sonreír, pasar un versículo o cita para leer u orar con esas personas. Sobra decir que nunca sabremos cuántas otras personas contribuyeron también a animar a esa persona o la motivaron a cambiar.
 Recuerden que al fin y al cabo, la felicitación que buscamos del Señor es: «Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu Señor». (Mateo 25:21)
 Mientras tanto, disfrutemos de las pequeñas bendiciones que recibimos y de los éxitos que alcanzamos, sabiendo que son parte del plan maestro de Dios.  —Nina Kole [1]

 Que Dios nos infunda alegría para vivir con fidelidad, en vez de buscar novedades e intentar agarrar el viento. Ninguna novedad se compara con el gozo que Él nos tiene reservado.  —Chris Martin

[1] Áncora Las recompensas de la fidelidad

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