Lo mismo ocurre con ustedes
Fuiste fortaleza para el pobre, fortaleza para el necesitado en su aflicción, refugio contra la tormenta, sombra contra el calor. (Isaías 25:4 RVR1995)
¿Recuerdan cuando calmé las aguas? (Marcos 4:37–41) Mis discípulos habían entrado en pánico y pensaban que iban a morir. Pero cuando pusieron los ojos en Mí para que los ayudara, en lugar de fijarse en las circunstancias, Yo los rescaté a pesar de las olas y la tormenta.
Lo mismo ocurre con ustedes. Hay muchas olas y hasta es posible que vean tormentas que se avecinan en el horizonte de su vida, pero si ponen los ojos en Mí y en las promesas de Mi amor y que cuidaré de ustedes, en las promesas de Mi sabiduría para guiarlos, encontrarán las respuestas que necesitan.
Esas preocupaciones acerca del futuro son como olas que golpean contra ustedes y su pequeño barquito. La situación que los rodea es como una tormenta amenazadora. A veces les da la impresión de que van a hundirse.
Si me piden que calme la tormenta, lo haré. De lo contrario les mostraré cómo capearla. Lo haré tal como lo he hecho durante todos estos años en que han confiado fielmente en Mí. Recuerden que Yo estoy en el barco con ustedes. —Jesús [1]
En otro tiempo supe lo que era descansar sobre la roca de las promesas de Dios, y fue sin duda un magnifico lugar de reposo. Pero ahora descanso en Su gracia. Me está enseñando que el seno de Su amor es un lecho de reposo mucho más agradable aún que la roca de Sus promesas. —Hannah Whitall Smith (1832–1911)
[1] Áncora Mientras dura la tempestad