Llévenselo a Jesús
En él tenemos libertad y acceso a Dios con confianza por medio de la fe en él. (Efesios 3:12 RVA-2015)
La oración es nuestro acceso a Dios. La Biblia dice que Jesús enseñó a Sus discípulos a orar. Les indicó cómo acceder al Padre. La manera en que lo enseñó continúa aplicándose en la actualidad. Cada uno de nosotros tiene acceso directo a Dios. Podemos hablar directamente con Él y preguntarle todo lo que deseamos saber en nuestra vida.
Y lo que resulta fantástico es que Dios nos propicie Sus respuestas. Por supuesto que las respuestas no siempre coinciden con lo que uno quiere ni el resultado es lo que se espera o piensa que ocurrirá. Pero es maravilloso saber que Jesús responde. Y Él ofrece Sus respuestas a todo el que las pida.
Conviene mantenerse abierto a Sus respuestas, al igual que oró Jesús: «Pero no se haga Mi voluntad, sino la Tuya». Al enfrentarse a un problema o dificultad, llévenselo a Jesús. No está de más tomarse el tiempo de orar y contarle a Dios lo que les pesa en el corazón.
A lo mejor conocen a otras personas por las que deseen orar también. Y he descubierto que Él responde a esas oraciones de la misma manera. Expliquen la necesidad y soliciten Su ayuda. Luego confíen. —Dan Ross [1]
Haz que los momentos dedicados a la oración sean sagrados en tu horario. Que sean momentos inquebrantables. Las rutinas diarias fuertes dan vida, y la oración es la primera de ellas. —Matthew Kelly
[1] Áncora Cómo hablar con Dios