La maravillosa realidad

 En realidad, el Señor está en este lugar, y yo no me había dado cuenta. (Génesis 28:16 NVI)

 Con frecuencia, pasamos por alto la maravillosa realidad de que el Señor está en todo lugar. En cada experiencia difícil. En cada relación complicada. En cada persona difícil de comprender. En cada lugar solitario. En cada lágrima olvidada.

 Él está ahí, tendiéndonos la mano, mostrándose mediante sus muestras de amor: Un pensamiento optimista. Un sueño halagüeño. Una palabra de aliento. Un abrazo reconfortante. Una amistad imprevista.

 En cada instante en que hallamos esperanza, en cada situación en que sentimos la gracia, Cristo nos dice: «Estoy contigo, no estás solo». A fin de cuentas Él, que es la esencia misma del amor, es el único que está presente en cada instante de nuestra vida. Él siempre está contigo, incluso hasta el fin del mundo.

 Al igual que Jacob quizás hayamos hecho algo que nos haga temer perder la gracia, o que ese borrón manche nuestra hoja de servicios eterna.

 Pero si abres tu corazón a Su Palabra, descubrirás que no estás lejos de la gracia. Jesús está ahí mismo, susurrando a tu corazón que todo tiene su tiempo, incluso los momentos difíciles. —Jewel Roque [1]

 No te dejes amedrentar por las tentaciones. Es una buena señal que el enemigo luche contra un alma: esto significa que no es suya. —San Francisco de Sales

[1] Jewel Roque [1] Áncora Su gracia admirable

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