Jesús quiere que sigamos Su ejemplo
Cristo Jesús Existiendo en forma de Dios, él no consideró el ser igual a Dios como algo a que aferrarse; sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. (Filipenses 2:5-7 RVA2015)
La Biblia dice: «No se amolden al mundo actual»; pero al mismo tiempo nos recomienda hacernos «de todo a todos». A primera vista estas instrucciones pueden parecer contradictorias, pero en realidad bien pueden complementarse. A Dios no le agrada que adoptemos modos y costumbres contrarios a Sus preceptos, por muy generalizados que estén. Pero sí desea que nos mantengamos en sintonía con la sociedad, en aspectos que nos permitan comunicar más claramente Su amor a los demás y atraerlos a Él.
El apóstol Pablo marcó la pauta en ese sentido y dio ejemplo de flexibilidad al relacionarse con una amplia diversidad de personas en su labor de difusión del cristianismo. Por ejemplo, al dirigirse a un público predominantemente judío en Antioquía les recordó la historia de Israel desde los tiempos de Moisés hasta la época de David, para luego demostrar que Jesús había cumplido las profecías escritas en el Antiguo Testamento sobre el Mesías. En cambio, cuando habló ante griegos muy cultos en el Areópago, sede del consejo de Atenas, no abordó en absoluto la historia del pueblo judío —tema que difícilmente habría suscitado su interés—; más bien se refirió a un altar que había visto en la ciudad, el cual llevaba la inscripción: «Al dios desconocido». Seguidamente citó a los poetas griegos para enseñar que los atributos de aquel dios —creador, proveedor y juez— estaban presentes en Jesús.
Jesús quiere que sigamos Su ejemplo. Desea que manifestemos amor a los demás poniéndonos a su nivel. —Uday Paul [1]
Para que no solo me llame cristiano, sino que también me comporte como tal. —San Ignacio de Antioquía
[1] Conéctate Adaptarnos a todos