Hay muchos destinos
Y el mismo Señor de paz les dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos ustedes. (2 Tesalonicenses 3:16 RVA2015)
Si te obsesionas tanto con llegar a tu destino puede que te olvides de disfrutar del viaje. Hay muchos destinos en los que te concentras en este momento: terminar ciertas tareas, ir reduciendo tu lista de tareas pendientes, y mucho más. Pero en el viaje que supone trabajar en todo eso no te olvides de disfrutar de los pasos que vas dando por el camino.
Haz una pausa y piensa en algo que te agrade mucho. ¿La quietud del día? ¿O tal vez que tienes oportunidad de sentarte un rato a solas y leer estas palabras? ¿O quizás que gozas de buena salud y estás fuerte? A lo mejor disfrutas de esa hermosa planta que te quedaste admirando. Piensa en algunas de las alegrías de este momento. […]
Luego, piensa en tu trabajo o en cómo transcurre una jornada normal para ti. Considera todo lo que haces a lo largo del día y todo lo que te propones lograr. Ahora, apártate de esa escena y piensa en las alegrías que llegas a experimentar en una jornada cualquiera y de las que nunca antes tomaste nota. […]
Piensa en todas esas alegrías, y proponte descubrir más. Pídemelo, y te ayudaré a descubrir la alegría de cada momento del día. — Jesús [1]
Ama la vida. Embárcate en ella. Entrégate a ella por completo. Ámala apasionamente porque la realidad es que la vida nos devuelve, con creces, lo que invertimos en ella. —Maya Angelou
[1] Áncora Una vida bien vivida