Entonces decidió
El de ojos bondadosos será bendito, porque de su pan da al necesitado. (Proverbios 22:9 RVA2015)
La primera persona que alcanzó el estatus de multimillonario fue el magnate de los negocios John D. Rockefeller (1839-1937). Pero a los 53 años enfermó y sus médicos le pronosticaron que moriría en menos de un año.
Una noche, se quedó despierto pensando en su vida y sus logros y reflexionando sobre el hecho de que no podría llevarse ninguno de sus éxitos al otro mundo. Entonces decidió dedicar el tiempo que le quedaba a donar la mayor parte de su fortuna a hospitales, escuelas y misiones.
Pero quizá lo más asombroso de la historia de Rockefeller es que, a medida que iba donando, su salud se cambió asombrosamente.
Parecía que iba a morir a los 53 años, pero en realidad vivió hasta los 97. Era un hombre que sabía cómo ayudar a los demás. Era un hombre que sabía fijarse objetivos y alcanzarlos, pero fue cuando dedicó su vida a la bondad y la generosidad cuando encontró la felicidad en su verdadera vocación.
Aunque tú y yo no tengamos miles de millones o millones para donar a causas o compartir con los necesitados, podemos aprender de las lecciones de Rockefeller y encontrar la paz y la alegría al poner de nuestra parte y ser generosos con nuestros recursos y nuestro tiempo para marcar la diferencia. —Ronan Keane [1]
No fijes nunca la atención en las cantidades. Ayuda a una persona a la vez y empieza siempre por la que tienes más cerca de ti. Madre Teresa (1910-1997)
[1] Activated (En Inglés) A Different Kind of Wealth