Eternamente contigo

Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. - Santiago 4:8 NTV

Marta fue una mujer que tuvo que aprender la importancia de valorar por sobre todas las cosas la paz y la inspiración que nos brinda Jesús. En una ocasión en que Él fue a visitarla, se preocupó tanto de ser buena anfitriona y estuvo tan inquieta y ajetreada que no le quedó tiempo para Él. (Lucas 10:38-42)
Ese incidente encierra una enseñanza para todos nosotros:
- Señor, ayúdame a acudir a Ti para disfrutar de Tu compañía.
- Señor, ayúdame a hacer espacio en mis ajetreados días para acudir serenamente a Tu presencia.
- Señor, ayúdame no solo a buscar un lugar tranquilo, sino a hallar también tranquilidad interior.
- Creo en Ti, Jesús. Deseo llegar a conocerte mejor cada día y prepararme para vivir eternamente contigo. —Marge Banks [1]

 [Jesús] no vino meramente a darnos pan; dijo: «Yo soy el pan».
No vino meramente a ofrecernos luz; dijo: «Yo soy la luz».
No vino meramente a mostrarnos la puerta; dijo: «Yo soy la puerta».
No vino meramente a nombrar un pastor; dijo: «Yo soy el pastor».
No vino meramente a señalarnos el camino; dijo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida». —J. Sidlow Baxter (1903–1999)

[1] Conéctate Año 15, número 6

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