Debes creerla a pesar de todas las contradicciones

Jesús le dijo: —Ve, tu hijo vive. El hombre creyó la palabra que Jesús le dijo y se puso en camino. (Juan 4:50 RVA-2015)

 Tomemos el ejemplo de la curación del hijo del noble que escuchó que Jesús venía a Galilea. Fue en busca de Jesús para rogarle que curara a su hijo moribundo. ((Juan 4:46-54)
 Era un caso de urgencia. Su hijo yacía moribundo y dijo: «Señor, desciende antes que mi hijo muera». Su fe lo motivó a insistir y a hacerlo con humildad. Y el Señor recompensó su fe y le dijo: «Ve, tu hijo vive».
 Y el noble simplemente se marchó. No había nada más a que aferrarse, solo tenía que creer la palabra de Cristo. No podía ver de inmediato a su hijo para constatar que había mejorado. No había ninguna confirmación visible, y no podía hacer otra cosa que creer que su hijo se había recuperado simplemente porque Jesús lo dijo y Su palabra era verdad.
 Lo más importante es recordar cuán veraz es la Palabra de Dios. Debes creerla a pesar de todas las contradicciones que expresan las personas y las circunstancias y condiciones que te rodean. Dios siempre es fiel.
 No entristezcamos a Dios pidiendo una señal, alguna prueba visible. Aceptemos Su Palabra, creámosla, y jamás nos fallará. —Virginia Brandt Berg [1]

La fe cree lo que no se ve, y la recompensa de la fe es ver lo que creemos. —San Agustín (354–430)

[1] Áncora Seguridad de recibir lo que se espera

Previous
Previous

Nos dicen que las cosas mejores mejorarán nuestra vida

Next
Next

Busca en ella la luz y la orientación