Cultivamos el gozo

Por eso, nuestro corazón se alegra en él, porque en su santo nombre hemos confiado. Sea tu misericordia, oh SEÑOR, sobre nosotros
según lo esperamos de ti. (Salmos 33:21-22 RVA2015)

 La gratitud tiene parentesco con el gozo. Cuando estamos agradecidos por lo que Dios ha hecho por nosotros… cuando ponemos el foco en Su bondad, amor y atención, y nos contentamos con Sus bendiciones, tenemos motivo para regocijarnos. Estar agradecidos por las bendiciones que Dios nos otorga contribuye a que vivamos con gozo, toda vez que adoptamos una actitud positiva hacia la vida.
 No es fácil regocijarnos en nuestras penas. Es más, en términos generales, no es natural estar gozosos y regocijándonos constantemente. Muchos queremos cultivar un espíritu alegre, pero no es algo que podamos hacer por virtud propia. La alegría o gozo es un fruto del Espíritu, y para cultivarlo es preciso izar nuestras velas de modo que el aliento del Espíritu nos impulse con rumbo al gozo.
 Una forma de izar nuestras velas es leer, absorber y llevar a la práctica las enseñanzas de la Escritura. Al leer la Biblia, el Espíritu de Dios se vale de la Escritura para hablarnos al corazón, consolarnos y guiarnos, y así insuflarnos fe y esperanza, que sirven de peldaños para alcanzar el gozo. Hacemos lo que podemos permaneciendo en la Palabra de Dios, y el Espíritu se mueve en nosotros para comunicarnos alegría.
 Cultivamos el gozo depositando nuestra confianza en Dios. —Peter Amsterdam [1]

 Conténtate con lo que tienes y lo que eres y sé generoso con ambos. Así no tendrás que ir a la caza de la felicidad. William E. Gladstone (1809–1898)

[1] Conéctate Más como Jesús: Gozor

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