Todos lo esperaban

Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. (1 Juan 5:11 RVA2015)

 Cuando Jesús arribó en aquella primera Navidad, todos lo esperaban. Los israelitas de Su época aguardaban al Mesías, alguien que los liberara de la opresión que sufrían. Jesús llegó envuelto en un paquetito de bebé y al final demostró que era el regalo más extraordinario en todo aspecto.
 Sin embargo, no todos estaban preparados para entender quién era o cuál era Su valor real. Algunos se burlaban de Su lugar de nacimiento; otros de la profesión de Su padre, y otros más, de Su linaje. Para algunos no era el tipo de Mesías que esperaban.
 Con todo, quienes lo recibieron con los brazos abiertos tomaron conciencia de lo espléndida sería su vida a partir de ese momento, habiendo adquirido el don de salvación eterna y el amor incondicional que Dios les ofrecía. A su vez ellos compartieron a Cristo con los demás, que no dejaron de anunciar la buena nueva, y así estamos hoy.
 En un mundo plagado de personalidades falsas, ideologías materialistas y publicidad engañosa, Su regalo de amor es tan real y tan necesario como nunca. Hagamos llegar a Jesús a la vida de los demás, tanto en Navidad como en todo el año. —Chris Mizramy [1]

 La Navidad es el espíritu de dar sin ánimo de recibir. Es felicidad porque vemos alegría en la gente. Es olvidarse de uno mismo y hacerse tiempo para los demás. Es descartar lo insustancial y poner el acento en los valores verdaderos. —Thomas Monson

[1] Chris Mizramy Conéctate Año 20, número 12

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