Piedra de la ayuda

Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra. - Salmo 121:2

 Hacia finales del año pasado yo andaba intrigada con el nombre Ebenezer, el extraño nombre de pila del Sr. Scrooge en la famosa novela de Dickens Un cuento de Navidad.
 La respuesta me llegó mientras escuchaba otra charla motivacional. De la nada, el orador mencionó el nombre y además dio una referencia bíblica: 1 Samuel capítulo 7. En él el profeta Samuel coloca una piedra entre dos lugares —Mizpa y Sen. Aquella piedra recibió el nombre de Ebenezer, que significa «piedra de la ayuda», y fue colocada allí en reconocimiento y gratitud por la asistencia que Dios les prestó. Resultó, pues, que Ebenezer no era el nombre de una persona, sino de una cosa.
 Me imagino a mí misma sentada en aquella piedra grande. De un lado, el año que acaba de terminar, con todos sus obstáculos y dificultades, triunfos y alegrías. Al volver la vista atrás desde mi punto de observación, mi corazón se llena de alabanzas.
 Del otro lado, el año nuevo, con sus misterios que irán develándose. Estoy ilusionada. Si hasta ahora Dios siempre me ha ayudado a salir de apuros, sin duda lo hará también en el futuro.
 Este año, cada vez que se me presente un pesar o un contratiempo procuraré apoyarme en Ebenezer, la piedra de auxilio, la roca de la esperanza. —Rosane Pereira [1]

 Señor,
en el momento de tomar el camino del año que comienza, lo cierto es que no sé bien a dónde me llevará; pero por donde sea que vaya, ruego que me des fuerzas para reconocerte paso a paso. Cualesquiera que sean las alegrías y dificultades que encuentre, que Tu presencia me conceda paz.

[1] Rosane Pereira Conéctate Año 15, número 1

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