Seguir a Dios
Jesús los miró y dijo: Vayan y preséntense a los sacerdotes. Y, mientras ellos iban, quedaron limpios de la lepra. (Lucas 17:14 NTV)
La fe verdadera no es algo pasivo, actúa lo que cree, es algo práctico; no espera que Dios haga aquello que solo nosotros podemos hacer. Una persona creyente pone su fe en acción. Cuando uno le ha pedido algo a Dios pasa a creer a Dios y le toma la Palabra.
Cree que Dios habla en serio cuando dice algo, aunque la mente natural niegue a cada paso del camino lo que su fe ha invocado. Porque sabe que la Palabra de Dios es veraz y que Dios no puede faltar a Su Palabra. A eso muchas veces se le llama la postura de fe. Si nosotros hacemos el esfuerzo de una fe creyente, Dios honrará ese paso y nos saldrá al encuentro.
El asiento de la fe es la voluntad y Dios espera que pongamos nuestra fe en acción. La fe no es algo grandioso, ni un sentimiento glorioso o alguna sensación maravillosa, como muchos creen. La fe es sencillamente creer lo que Dios dice. ¡Grande es Su fidelidad! —VBB [1]
La fe es una confianza racional, una confianza que examina reflexiva y serenamente la veracidad de Dios. —John Stott
[1] VBB Áncora Recoger tu camilla