Ama a Dios amando a tu prójimo
Por tanto, imiten a Dios como hijos muy amados y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios. (Efesios 5:1-2 NVI)
Más que oír sobre el amor de Dios, el mundo necesita verlo. La gente precisa un ejemplo vivo del amor de Dios.
Así que esta Navidad y a lo largo del año, hazle al Señor los obsequios que más le agradan: regalos de amor. Entrégate a los demás. Transmite el amor y el cariño de Jesús mediante el brillo de tus ojos, de tu mirada de amor y de palabras y gestos amables. Sé la prueba viviente del mensaje, la prueba material de que da resultado.
Qué mejor forma de vivir la Navidad cada día del año que entregarse continuamente a los que nos rodean y vivir como Él nos enseñó, mostrar Su amor en multitud de detallitos a lo largo del día, para presentar al mundo una prueba viviente de que el amor de Jesús es eficaz.
Pide al Señor que te ayude a vivir la Navidad todos los días del año sin excepción, que te ayude a cumplir Su gran mandamiento de amar al prójimo como a ti mismo. Entrégate a los demás. Ora por ellos, dedícales tiempo y atención, bríndales cuidados.
Ama a Dios amando a tu prójimo, y tu vida lo dirá todo, porque serás una prueba viviente. Deja que los demás vean a Jesús en ti. Esa es la esencia de la Navidad. ¡Feliz Navidad! —D. B. Berg [1]
Oración: Jesús, ilumina nuestro corazón con la luz y el amor de la Navidad. Haz de nosotros una cadena de lamparitas vivas que triunfen sobre las tinieblas y alumbren con Tu amor el mundo que nos rodea. Amén.
[1] Áncora Ángeles navideños