Confiar en Dios
Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. (1 Corintios 13:12)
Uno de los grandes dilemas de la vida gira en torno al porqué Dios permite que sucedan desgracias. Es posible que no sepamos la respuesta completa hasta que lleguemos al Cielo.
Se nos hace patente parte de la respuesta y comprendemos algunos de los motivos, pero probablemente no lo vamos a entender a cabalidad hasta que lleguemos al Cielo y tengamos una percepción panorámica del asunto.
No conocemos todos los pormenores ni los porqués, pero sí sabemos que el Señor nos ama y que sabe lo que es mejor. Y si no entendemos algo ahora mismo, ya se nos aclarará más adelante.
Mientras tanto, tenemos que confiar en Dios pase lo que pase, aunque no entendamos por qué suceden ciertas cosas. El quid de la cuestión es la fe y la confianza; fe para confiar en Dios.
A Dios le encanta comprobar que tenemos una fe auténtica y que confiamos en Él a pesar de todo. Ésa es la más contundente de todas las victorias: parecer derrotado y, aun así, confiar en el Señor. —DBB [1
Las dificultades y los obstáculos son los desafíos que Dios presenta a nuestra fe. Conviene reconocer los problemas que obstaculizan el camino de nuestro servicio como recipientes de fe y llenarlos con la totalidad y la absoluta suficiencia de Jesús. —A.B. Simpson
[1] DBB Áncora La fe aumenta en medio de las tempestades