Veo tu lucha

Y el mismo Señor de paz les dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos ustedes. (2 Tesalonicenses 3:16 RVA2015)

 Veo tu lucha y oigo tus pedidos de auxilio. Cuando te sientes solo y desvalido, estoy a tu lado. Percibo tu angustia y estoy esperando a que acudas a Mí en oración. Entra en Mi santuario, en ese lugar secreto que podemos compartir tú y Yo. Allí puedo disipar tu ansiedad, tu inquietud y tu confusión, puedo devolverte el sentido de propósito e infundirte fuerzas para continuar.
La vida puede ser una lucha, pero no tienes por qué forcejear por tu cuenta. En muchas ocasiones has llevado cargas que se te hicieron montañas. Te abatieron el espíritu y te preguntaste por qué permití que sucediera. […]
 Los problemas y obstáculos que se te presentan en la vida pueden verse dos maneras: pueden depurarte o amargarte, según cómo los tomes. Cuando encuentras la paz que solamente Yo puedo proporcionarte, puedo valerme de ti como instrumento de Mi amor para consolar a otras personas.
Hay muchas cosas en la vida que parecen injustas y hasta desconsideradas. Sin embargo, cuando las miras por el prisma de Mi promesa de que todas las cosas redundan en bien de los que me aman, cobran una significación totalmente nueva. En esa promesa está la clave para sobreponerse a cualquier pesar, aliviar la ansiedad o vencer el temor. —Jesús [1]

 Reflexiona sobre los muchos favores con que Dios te colma a ti y a todos. No te quedes pensando en las pocas desdichas que, como todos, has sufrido. Charles Dickens (1812–1870)

[1] Conéctate El santuario

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