La lectura de la Palabra de Dios - Parte 4

Las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras tengamos esperanza. (Romanos 15:4)

 La Palabra de Dios tiene además la facultad de modificar.
 Modelos de vida a tono con Dios. La Biblia está repleta de relatos sobre hombres y mujeres comunes y corrientes cuya fe y amor a Dios los ayudaron a salir adelante en circunstancias sumamente adversas y por ende adquirieron grandeza a los ojos de Dios. De su ejemplo sacamos muchas enseñanzas y muchas fuerzas.
 Las promesas de Dios. Dios ha prometido en Su Palabra amparar y resguardar a Sus hijos, proveer para sus necesidades y acompañarlos en los momentos de apuro. A medida que estudies la Palabra de Dios te irás familiarizando con Sus promesas y aprenderás a invocarlas en tus oraciones. Con ello demuestras que tienes fe en Su Palabra.
 Más amor. Es difícil guardar el mandamiento de amar al prójimo como a nosotros mismos si las personas con quienes interactuamos habitualmente son de difícil trato y no se hacen querer. ¿De dónde saca uno la gracia para pasar por alto los exabruptos de un jefe autoritario, las impertinencias de un compañero de trabajo envidioso, las fiestas bulliciosas del vecino o cosas peores? ¿Qué hace uno en esas situaciones para amar como amó Jesús? A medida que te acerques a Dios por medio de Su Palabra, el Espíritu Santo te ayudará a ser más comprensivo, sensible y tolerante con los demás.  —Shannon Shayler [1]

Si no conoces la Palabra de Dios, nunca conocerás la voluntad de Dios. —Billy Graham

[1] Conéctate Una mejor persona

Previous
Previous

Fe para confiar en Dios

Next
Next

Directas desde el cielo