La lectura de la Palabra de Dios - Parte 3

No se conformen a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. (Romanos 12:2 RVA2015)

 Cuando te agobien los desencantos, los obstáculos y las contrariedades, lee un rato la Palabra de Dios; te ayudará a ver las cosas objetivamente.
 Soluciones y respuestas. Cuando tengas preguntas, Dios te aportará respuestas; cuando tengas problemas, Él te facilitará soluciones. Leyendo las Escrituras o escuchando lo que Dios te hable al alma después de haberle pedido orientación, hallarás las fuerzas necesarias para afrontar toda adversidad. Su Palabra será una lámpara que alumbre tu camino.
 Averiguar la voluntad de Dios. Dios tiene un designio para ti y sabe lo que más te conviene. De ahí que si aprendes a acudir a Él para que te oriente en tus decisiones, puedes estar seguro de que hará que todo salga bien al final.
 La Palabra de Dios escrita en la Biblia expresa la voluntad de Dios revelada, conocida y segura. Así pues, cuando te veas en una disyuntiva, toma en cuenta todo lo que Dios ya ha dicho. Busca una situación similar en la Biblia y basa tu decisión en ella, o en los preceptos fundamentales de la Palabra de Dios. También puedes pedirle que te hable directamente al corazón y te indique cuál es Su voluntad para ti en esa situación particular. —Shannon Shayler [1]

Para nosotros el encuentro con la Palabra de Cristo es capaz de transformar completamente nuestra vida. No es posible escuchar esta Palabra y permanecer quietos en el propio sitio, permanecer imposibilitados en las propias costumbres. —Papa Francisco

[1] Conéctate Una mejor persona

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