Ese principio que sustenta la fe

Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. (Juan 20:29)

¿Por qué será que nos cuesta tanto creer en lo que no hemos visto? La Biblia nos promete: «A Sus ángeles mandará [Dios] acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos».1 ¿No podríamos simplemente creer porque Dios lo ha dicho?
 Ver es el premio por creer, no al revés.
 ¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué Dios a veces nos oculta ciertas cosas? ¿Por qué tenemos que aceptarlo todo por fe? La respuesta radica precisamente en esa palabrita: fe. Si lo pudiéramos ver, no nos haría falta fe.
 Dios concede mucha importancia a ese principio que sustenta la fe. Es algo que Él nos reconoce, ya que es señal de amor y de confianza en Él, de que creemos en Él y en Su poder espiritual, así como en los principios que nos ha trazado en Su Palabra. — Misty Kay [1]

Nuestra vida está plagada de suposiciones. Supongamos que pasará tal cosa o tal otra; ¿qué haremos?; ¿cómo aguantaremos? En cambio, si vivimos en la encumbrada torre donde Dios tiene Su morada, todos esos supuestos desaparecerán de nuestra vida. Viviremos sosegados y sin temor del mal, ya que ninguna amenaza de mal podrá penetrar esa alta torre divina. Hannah Whitall Smith (1832–1911)

[1] Conéctate El premio por creer

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