Una lengua fuera de control
¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa! También la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y… prende a su vez fuego a todo el curso de la vida. (Santiago 3:5-6 NVI)
Una lengua que anda fuera de control. Una lengua hiriente o resentida. Una lengua que hace comentarios duros y críticos. No hay diferencia entre hombre o mujer cuando se pierde el control de la lengua: todo el mundo sufre.
Esta falta de amabilidad y cortesía es un defecto común. He oído a mucha gente decir: «Mira, soy una persona muy franca, hablo sin rodeos».
Pero la verdad es que a menudo se comportan de manera grosera y descortés. Dicha característica puede causar graves disgustos dentro del hogar. Es probable que el marido ame a su esposa con todo su corazón, pero si le habla a gritos y con amargura, la lastimará profundamente y causará daños en la relación familiar.
Y si la mujer no es dulce y gentil, sino que procura imponerse y se dirige a él de malos modos, es probable que acabe con la relación. Es que es muy fácil trastornar el humor de los demás cada día y hacer que el marido se marche al trabajo con el corazón roto. Si has lastimado algún corazón hoy, toma esta recomendación a pecho y ora al respecto.
Perdónalos, Señor, límpialos y llénalos de Tu amor. Llénanos hasta rebosar de Tu Espíritu. Pedimos que te busquen y te encuentren en Tu hermosa plenitud. En el nombre de Jesús, amén. —VBB [1]
Una lengua es un dialecto que posee un ejército, una marina y una aviación. —Hubert Lyautey
[1] VBB Áncora Una lengua sin control